lunes, 17 de agosto de 2015

El valor de la semana: La Paz


La paz es un valor muy fundamental para las vidas de las personas, las familias y las naciones del mundo.

¿Cómo puede entonces cultivarse este gran valor desde nuestro interior? ¿Qué pasos debemos seguir para alcanzar este valor y que el mismo sea fuente fundamental de permitirnos obtener la paz tanto para nosotros como para el resto del mundo? 
Con la paz se puede vivir la fraternidad y la armonía entre los seres humanos son los ideales de paz que más se predican, en contraposición al desastre, la guerra y a todo género de conflictos.

Pero la paz no comienza desde fuera, sino desde muy dentro del individuo.

No depende de las decisiones de altos funcionarios sino de lo que llevamos en el interior dentro de nuestro corazón y en nuestro cerebro. 

La paz es un valor que suele perderse fácilmente de vista por múltiples razones.

Cuando una nación entra en conflicto con otra y tenemos que vivir sus guerras ó las consecuencias o cuando en la familia los problemas o pleitos comienzan a surgir y comenzamos a apreciar el valor que tiene la paz verdadera. 

La paz puede verse a nivel internacional o a nivel personal, pero en cualquier perspectiva debemos entender que no surge como producto de un "no meterse con nadie", con un dejar hacer a los demás para que me dejen "vivir en paz".

La calma y tranquilidad tampoco se da, necesariamente, como producto de convivir con personas afines.

Las dificultades entre los seres humanos suele ser algo muy común.

Quien no sabe vivir en paz generalmente lo identificamos como una persona conflictiva porque:

- Es imposible llegar a un acuerdo, aunque sea pequeño y de poca importancia.

- Tiene una marcada tendencia a buscar en las palabras y actitudes un doble propósito a todo, normalmente es negativo.

- Se siente aludido y agredido ante cualquier circunstancia, y más si esta en contra de sus intereses personales.

- Busca por todos los medios "salirse con la suya" aunque este equivocado.

- En el trabajo o los negocios crea dificultades inexistentes.

- Discute con mucha facilidad.

leer articulo completo en http://www.leonismoargentino.com.ar/RefLaPaz.htm

Fuente:www.encuentra.com

miércoles, 12 de agosto de 2015

Hoy se celebra el Día Internacional de la Juventud


«Es importante destacar la positiva contribución que realizan los jóvenes migrantes a las sociedades de origen, tránsito y destino, tanto económicamente como enriqueciendo su tejido social y cultural. En su mayoría trabajan con denuedo para ganarse la vida y mejorar su situación. Las remesas de fondos que envían para ayudar a sus familias en sus países de origen constituyen una importante contribución a las economías de todo el mundo.»
Secretario General Ban Ki-moon

Los jóvenes representan hoy en día casi un tercio de los migrantes internacionales. En 2010, se estimó su número en 27 millones. Constituyen un inmenso potencial de acercamiento entre los pueblos, de diálogo intercultural y desarrollo pero plantean asimismo enormes desafíos por lo que respecta a la exclusión, la pobreza, la explotación o las discriminaciones.

Es esencial conocer mejor las complejas realidades de estas migraciones para idear políticas públicas más adaptadas y eficaces. La intensidad de los movimientos migratorios en un mundo globalizado y conectado exige una mayor cooperación y solidaridad entre los Estados. Requiere también que, dentro delas sociedades, se aumente el acceso a una educación de calidad, a la participación democrática y las competencias interculturales que ayudan a vivir juntos, más especialmente en las ciudades, donde reside más de la mitad de la población mundial.

El 17 de diciembre de 1999, la Asamblea General resolución 54/120 , respaldó las recomendaciones de la Conferencia Mundial de Ministros de la Juventud (Lisboa 8-12 de agosto de 1998) y aprobó que el 12 de agosto fuera declarado Día Internacional de la Juventud.

Fuente:Culturizando.com

martes, 11 de agosto de 2015

Yo no ayudo a mi mujer con los niños ni con las tareas de casa

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Esta mañana he ido de paseo y al supermercado con los niños (ya tienen 15 meses, están para comérselos, ¡de verdad!). En la cola, se me ponen a hablar un par de señoras, y las dos concluyen lo mismo: “hi ha que veure, lo que ajuden ara els homens a les seues dones amb els fills” (“hay que ver lo que ayudan ahora los hombres a sus mujeres con los hijos”). Ésta es una de esas situaciones que me encantan para poder provocar un poco y sacar mi lado más feminista. Pero hoy se hacía tarde para comer y me he limitado a sonreír, agradecer y seguir a casa.
¿Que qué le habría dicho a estas señoras? Probablemente, como en otras ocasiones, les habría respondido con un “disculpe señora, pero no, ni ayudo ni pienso ayudar a mi mujer con los hijos”. Y pasaría a explicarle cuál es mi punto de vista al respecto.
Antes de tener hijos yo nunca he sido de esas parejas o maridos que ayudan a su mujer con las tareas de casa. Pero es que mi mujer tampoco me ha ayudado nunca. Y cuando llegaron los hijos las cosas siguieron más o menos igual: ni le he ayudado con la casa ni ahora con los hijos. Habrá alguno que aún no haya pillado de qué va la cosa y esté pensando maravillas sobre mí y apiadándose de mi mujer (¡pobrecita, menudo le ha tocado!).
No, yo no ayudo a mi mujer con los niños porque no puedo ayudar a alguien con algo que es mi entera responsabilidad.
Los hijos, al igual que las tareas domésticas, no son el patrimonio de nadie: ni pertenecen a la mujer ni pertenecen al hombre. Son responsabilidad de ambos. Por este motivo me llega a ofender cuando, de modo muy bienintencionado (soy consciente) me halagan con “lo mucho que ayudo a mi mujer”. Como si no fueran mis hijos o no fuera mi responsabilidad. Hago, con mucho esfuerzo y mucho gusto ni más ni menos que aquello que me corresponde. Al igual que mi mujer. Y por mucho que me esfuerce nunca podré llegar a hacer tanto y tan bien como hace ella.

¿Por qué tenemos esta visión de las responsabilidades?

Tenemos aún en la mente un modelo de familia patriarcal en el que hay un reparto de tareas muy bien definido: el hombre es el proveedor de recursos, la mujer la gestora del hogar (ahí se incluyen los hijos). Sin embargo la sociedad ha cambiado profundamente en las últimas décadas (afortunadamente) y este reparto de papeles ha pasado en muchos casos a la historia. La mujer hoy en día, aunque sigue profundamente discriminada socialmente (no hay más que ver la diferencia en salarios u oportunidades de promoción laboral) es el agente de su propio desarrollo, tiene la capacidad de desarrollar una carrera profesional en los mismos ámbitos que un hombre y, si decide dedicarse al cuidado de los hijos es, en la mayoría de los casos, por una elección personal y no por falta de oportunidades o derechos sociales.
En un momento en el que tenemos esta igualdad de roles entre hombre y mujer, asumir de facto que los hijos son responsabilidad de ellas es un vestigio del pasado. Hoy en día hombre y mujer se reparten (o deberían hacerlo) de modo equilibrado aquellas tareas que les atañen a ambos, como la casa y los hijos. ¿Y qué es “de modo equilibrado”? Ese equilibrio no implica en (casi) ningún caso un reparto 50-50, sino más bien una adaptación flexible entre la disponibilidad de los miembros de la familia y las tareas que se requieren. Pensemos por ejemplo, qué injusto sería un reparto de tareas 50-50 en un caso en el que la mujer llegara a casa a las 20:00 después de 12 horas de trabajo, y su pareja llevara desde mediodía en casa. Un reparto “mitad tú, mitad yo” sería tremendamente injusto. E igual a la inversa.
Los hijos implican dar un paso más allá en esta flexibilidad y suponen un importante test de compenetración y trabajo de equipo en la pareja (y cuando vienen a pares como en nuestro caso, más todavía). Ya hablé hace tiempo sobre el papel del padre durante la lactancia, ya que parece que muchos padres se sienten perdidos durante esta etapa pensando que la mujer es la única que puede hacer algo por el niño. Ni mucho menos. Pero conforme crecen los niños el papel que juega elpadre crece más si cabe.

¿Cuáles son las tareas propias del padre y cuáles las de la madre?

Bueno, pues más allá de ser la madre (por obvios motivos) la encargada de la teta, el resto de las casi innumerables tareas relacionadas con los hijos no son patrimonio exclusivo de nadie, son total y absolutamente intercambiables entre padre y madre en función de las circunstancias, preferencias (de ellos o de los hijos –hoy quiero que me duerma la mami/el papi-) o habilidades de cada uno.
Un buen reparto de esas tareas es el que es equilibrado, justo, que no genera conflicto y que permite un desarrollo armonioso de la rutina doméstica.

¿Qué modelo quiero transmitir a mis hijos?

Quiero que mis hijos crezcan sin saber si planchar es cosa de hombres o de mujeres. Que no sepan si los baños son cosa de su padre o de su madre. Que no asocien la cocina con el feudo de nadie, ni tampoco la aspiradora, doblar ropa u ordenar los armarios. Que acudan con más o menos igual frecuencia a uno o a otro para dormir, para contar sus confidencias, para jugar o para enfadarse. Que no haya un “jefe” de la casa sino que todos convivimos del modo más feliz posible.
Así que no, señora, yo no ayudo a mi mujer con los niños. Tampoco con la casa. Estoy con ellos en el supermercado y les paseo porque son mis hijos y me acompañan allá donde voy. Les cambio los pañales, les baño, les llevo al parque o les preparo la comida no por ayudar a mi mujer, sino porque son mis hijos, son mi responsabilidad y quiero que crezcan con un modelo de familia y de reparto de tareas diferente a aquel en el que Ud. y yo hemos tenido.

Delegar en casa. Las 8 Reglas de oro



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Antes de empezar con este tema, déjame volver a preguntarte: ¿Empleas tu tiempo, tan valioso, en cosas realmente útiles o lo pierdes haciendo cosas que otros podrían o deberían hacer? Pregunta difícil de contestar, porque antes habría que dar contestación a otra pregunta no expresada en voz alta pero que está dentro… ¿Pueden los otros hacer las cosas tan bien como las hago yo?
Delegar en la vida privada, no lo dudes, es un asunto difícil y hacerlo bien es un arte. Lo que en teoría se da por descontado es, en la práctica, uno de los problemas más grandes de las empresas, también de la empresa/familia. Es más, muchos de los problemas que tenemos en el trabajo y en la casa tienen como causa el no querer o no poder delegar.

Lo que hay que hacer para delegar bien:

  1. Empieza a delegar lo antes posible, así les parecerá a todos normal el tener que ayudar.
  2. Usa en la casa al máximo los talentos y las capacidades de cada uno y déjales ayudar todo lo que puedan. Así tendrás tú, tiempo suficiente para hacer lo que a ti te toca.
  3. Deja que los demás se responsabilicen de las tareas de la casa y agradece y valora los resultados conseguidos.
  4. Confía completamente en quién delegas y no te preocupes más de los asuntos delegados. Eso no quiere decir que los pierdas de vista o que los olvides, pero hazlo de tal manera que el otro no se sienta vigilado o con menos libertad de acción.
  5. Si por impaciencia o perfeccionismo te pones a hacer el trabajo que delegas, el otro se sentirá frustrado y perderá su motivación. ¡Ten paciencia!
  6. Deja, si es posible, que cada uno haga lo que más le gusta. ¡Lo hará mejor!
  7. No grites cuando las cosas no se hagan como tú querías. Gritar tiene un efecto negativo. Si tienes que corregir, hazlo de tal manera que el otro se sienta animado a hacerlo mejor.
  8. Pensar las cosas en familia es una manera estupenda de encontrar soluciones. Piensa en voz alta y estimula a todos a buscar soluciones. Escúchales bien.

Lo que no hay que hacer al delegar:

  1. Esperar que alguien realice una tarea para la que no le has dado los medios y las competencias necesarias.
  2. Encargar a una persona una tarea que le corresponde a otro.
  3. Pedir lo mismo a varias persones a la vez.
  4. No dar la oportunidad al otro de realizar a su manera lo que le encargas.
  5. Decir que algo debe hacerse urgentemente cuando no es así.
  6. Pedir algo a alguien y olvidarte de lo que has pedido.
  7. Controlar demasiado por desconfianza.
  8. Encargar algo enfadado, gritando y con la intención de hacer daño o humillar.

Lo que hay que preguntarse al delegar

  1. ¿Es razonable lo que estoy pidiendo?
  2. ¿Me he explicado de manera que el otro entienda bien lo que le encargo?
  3. ¿Soy consecuente en mi comportamiento?
  4. ¿He puesto a disposición del otro los medios necesarios (tiempo, dinero, aparatos, etc.) para que pueda hacer lo que le pido?
  5. ¿Me exijo a mí misma por lo menos tanto como exijo a los demás?
  6. Si me lo piden, ¿estoy siempre dispuesto a ayudar?
  7. ¿Felicito y agradezco a los otros por los resultados conseguidos?
Mariángeles Nogueras
Autora del libro Mi familia…mi mejor empresa

lunes, 10 de agosto de 2015

Primer Grito de Independencia-10 de Agosto de 1809


El 10 de agosto de 1.809 irremediablemente es un hecho histórico de gran trascendencia más allá de la fragilidad y la inoperancia reinante en aquel momento entre sus miembros, incluso va más allá de las perspectivas “románticas” que algunos autores le imprimieron al movimiento intentando dar un icono capaz de fomentar la unión de este país tan pequeño pero tan dividido, lo cierto es que la intención de los próceres criollos de aquel entonces pretendía la instauración de un proyecto político-económico tendiente a restablecer la importancia de la Real Audiencia de Quito y en el que el ejercicio del poder dentro de un territorio determinado fuese pleno sin la intervención de otros estamentos administrativos que de una forma u otra intervenían en sus competencias.
A modo de corolario de esta parte del texto la pretensión de aquellos patriotas fue la de tomar el poder en un momento de confusión en la metrópoli española, para de esta manera resolver sus necesidades y dejar en claro las verdaderas jurisdicciones sobre los territorios que pertenecían a la Real Audiencia que por intereses de otras administraciones como los Virreynatos de Lima y Perú no se hallaban bajo su dirección.
El problema fue, tal y como lo señala el Dr. Enrique Ayala Mora en su obra “Nueva Historia del Ecuador”: “lo que no alcanzaron a ver claramente los próceres quiteños es que las demás provincias de la Presidencia se opondrían a sus intentos, que por los mismo no tenían posibilidades de éxito, y que pese a todas su proclamas conservadoras, por otra parte tan sinceras, su actitud era “revolucionaria” y no podía ser aceptada por ningún virrey o representante local del poder español. Lo que querían los quiteños de 1.809, visto desde una perspectiva imperial, era tomar el poder en sus manos, ejercerlo irrestrictamente en un territorio muy amplio y utilizarlo para efectuar transformaciones de importancia en el orden económico y político. Eso, si es que en sí mismo no era ya la independencia de todo poder imperial, llevaba irremisiblemente hacia ella y debía ser arrancado de cuajo. En otras palabras, los insurgentes del 10 de Agosto, aunque no lo hayan pretendido directamente, habían encendido una llama que no se apagaría sino con la independencia de su patria y de toda Hispanoamérica”.

fuente: independencia.ec 

jueves, 6 de agosto de 2015

Ejemplo de Posición oficial de un estado para Modelo de la ONU, Unejud 2015


Después de la Conferencia de hoy , donde estuvieron presentes nuestros estudiantes de primero a tercero bachillerato y autoridades del plantel, sobre la Organización de Naciones Unidas, compartimos el  Ejemplo de un documento de Posición oficial de un estado que sirva de guía para el trabajo que deben de realizar nuestros estudiantes para el día del Simulacro de Modelo de la ONU.



Consejo de Derechos Humanos
Posición oficial de la República de Cuba


Delegada: Karen Chica Gómez
Tema 1: Estrategias gubernamentales y de cooperación internacional e interregional contra el irrespeto de Derechos Humanos en base a la discriminación étnica y falta de inclusión social, territorial, medio ambiental y cultural en comunidades indígenas y afro-descendientes de Latinoamérica  y África.
La Republica de Cuba reafirma su compromiso de continuar promoviendo la cooperación internacional en materia de derechos humanos.
Cuba esta consiente de que; los pueblos más vulnerables al saqueo, despojo de sus riquezas, violación de sus derechos humanos fundamentales y discriminación han estado históricamente los pueblos indígenas de todas las regiones del mundo.  La colonización tomó niveles tan elevados en el caso de Cuba, que significó el exterminio total de nuestros pueblos originarios (Gonzales, Misión Permanente de Cuba en la ONU, 2012).
Considerada como una de las poblaciones más heterogéneas del mundo, en Cuba se entremezcla blancos, negros, mulatos y chinos en una simbiosis perfecta. La cultura y la nacionalidad cubana surgieron nutridas del acervo africano. Por ello agradecemos a nuestros ancestros de origen africano, la energía en el temperamento y fundamentalmente, el espíritu de rebeldía frente a la injusticia y el coraje en la lucha por la independencia y la libertad.
Cuba, además, ha aportado el sudor y la sangre de cientos de miles de sus hijos para contribuir a la emancipación de África, un continente del que toda la humanidad será siempre deudora (Cuba, 2014).
La constitución de la República de Cuba condena cualquier tipo de discriminación por razones de raza, credo u opinión (Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba).
Históricamente los pueblos indígenas fueron sometidos a graves violaciones de sus derechos, incluidos procesos de genocidio, a prácticas brutales de discriminación y al saqueo de sus recursos. En el caso de Cuba, la población indígena fue exterminada en  unas pocas décadas en los albores mismos del período de colonización (Gonzales, Misión Permanente de Cuba en la ONU, 2013).
Los más de 370 millones de indígenas en el mundo, y 200 millones de personas que se identifican como afrodescendientes,  exigen y merecen el respeto a sus propias instituciones, culturas y tradiciones espirituales, sin discriminación alguna.
La adopción de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, constituyó una victoria histórica en la lucha de estos pueblos para lograr el reconocimiento de sus derechos ancestrales.
La República de Cuba; exhorta a que se continúe contribuyendo a los fondos financieros establecidos para el Decenio Internacional de los pueblos indígenas y al Decenio Internacional de los Afrodescendientes y ratificamos la importancia del otorgamiento, además, de los recursos humanos necesarios para facilitar tales actividades. 
Cuba apoyó la adopción de la resolución 65/198 de 2010, en la cual la Asamblea General decidió organizar una reunión de Alto Nivel, la Conferencia Mundial de los Pueblos Indígenas, que tuvo lugar hace un año. Esta resolución y las modalidades adoptadas para la reunión evidencian el compromiso de las delegaciones en hacer avanzar este tema en la agenda de las Naciones Unidas. Cuba acompañará los esfuerzos para que este evento permita alcanzar resultados positivos concretos.
Cuba espera, además, que este espacio sirva para compartir las mejores prácticas en la realización de los derechos de los pueblos indígenas. Entre los principales derechos a defender en este contexto está el derecho de los pueblos indígenas a la libre determinación, y a elegir libremente su condición política y alcanzar su desarrollo económico, social y cultural (Gonzales, Misión Permanente de Cuba en la ONU, 2013).
La República de Cuba insta a crear una próxima Conferencia Mundial contra el Racismo y otras formas de discriminación, el cual será un momento decisivo en lucha para eliminar el racismo, la discriminación y la xenofobia en una perspectiva mucho más dinámica e integradora y que la agenda de Durban mantiene vigente sus acuerdos esenciales.

Como hasta el presente, Cuba continuará apoyando los justos reclamos de los pueblos indígenas por la materialización efectiva de sus derechos y el libre ejercicio de los mismos.